Elegante scort y masajista erótica rusa

Ignoró a Bruno y se acercó a su marido y le abofeteó, bastardo, todo este tiempo he estado diciendo que este hombre me lee como un texto, conoce mis deseos secretos. No podía rechazarlo pues todo lo que hacía me excitaba. Bueno, ya sé por qué razón ahora, ¡le contaste todo!